
Antes de empezar colocaremos una silla un tanto llamativa en la que se sentará el docente con un sombrero colorido y un paraguas colorido. Empezará a contarles la historia del país del silencio.
Había una vez un país donde no se oía nada; no se oía el sonido de los pájaros, de los besos, del teléfono, de la sirena de policía, ¿qué más sonidos se os ocurren que no pueden oír?,... (Los niños dirán sonidos que no pueden escuchar).
En aquel país había un hada que vivía en el bosque y a todos los niños que veía en silencio les invitaba a su lado. Pero si alguien hacia ruido lo mandaba fuera de su lado. Los niños se lo pasaban muy bien a su lado... porque resulta ser que escuchaba sonidos que otras personas no escuchaban... como el de los besos, el del agua, las risas, el crujir de las hojas, el del viento pasando por los árboles,... (El educador añadirá más sonidos que pueden escuchar).
El adulto irá señalando a los niños que están en silencio mientras cuenta el cuento y les indicará sin hablar que se sienten a su lado. Si alguien hace ruido le indica que vuelva a donde estaba hasta que lo vuelva a llamar pero para ello tendrá que estar en silencio. El último niño en ser llamado se convertirá en el nuevo rey o reina del silencio y ocupará el puesto del adulto por lo que se pondrá el sombrero y comienza de nuevo el juego.
Adaptación para los más pequeños (menos de 24 meses):
A los más pequeños se lo contaba como un cuento y hacía los sonidos a la vez que decía lo que era, por ejemplo "jijiji, las risas; crich-crach, el crujir de las hojas,...", etc. Por lo que con ellos jugaba más con los sonidos que con el silencio.
ACTIVIDADES COMPLEMENTARIAS:
1. Hablar sobre el ruido y el silencio (más de 24 meses):
El educador lanzará preguntas, no importa que no haya respuestas para todas y dará pie a que se expresen.
¿Os gusta u os molesta el ruido?
¿Cuándo nos molesta el ruido?
¿Cómo nos sentimos cuando hay ruido?
¿Os gusta el silencio?
¿Cuándo necesitamos silencio?
¿Cómo nos sentimos cuando hay silencio?
¿En qué actividades es importante que estemos en silencio?
Etc.
2. ¿Cómo llamamos al silencio? (más de 12 meses):
Podemos enseñarle algún recitado para llamar al silencio, podéis ver la recopilación que habíamos hecho, pinchad aquí. Yo os recomiendo escoger uno y será el que empleemos siempre.
3. Cumple la consigna (más de 24 meses):
Cada vez que escuchen una pandereta se pondrán en silencio y cuando escuchen el triángulo harán ruido.
4. Adivina el sonido (más de 24 meses):
Una vez contado el cuento, los niños recordarán los sonidos de los que habla el cuento y le asignará una onomatopeya. Por ejemplo "crich-crach" el crujir de las hojas, "jijiji" las risas; etc.
5. Orquesta de onomatopeyas (más de 24 meses):
Cada niño tendrá una onomatopeya, de las que aparece en el cuento, y los iremos dirigiendo como si fuera una orquesta. Luego asignaremos la función de director de orquesta a un niño.
¿Os animáis a jugar con el silencio?
Seguro que a vosotros se os ocurren más ideas para acercárselo a los más pequeños.
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CUENTO-JUEGO:
Actividades para trabajar el 25 de Noviembre, Día Internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer, en Infantil
Cuento Arturo y Clementina.
Adela Turín escribió en 1976 este cuento que, tristemente, sigue de actualidad. Nos apoyeremos en él como guía para trabajar con el alumnado la prevención de la Violencia de Género.
Para la sesión utilizaremos:
– El vídeo del cuento relatado y adaptado por Beatriz Montero, grabado en el espacio Cuentacuentos del programa infantil La Merienda, El Día Televisión.
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Tras el vídeo, hablaremos con el alumnado de las impresiones y sentimientos que les han surgido. Reflexiones sobre la historia de Arturo y Clementina:
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¿Cómo es Clementina?
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¿Por qué creen que Clementina no era feliz?
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¿Cómo es Arturo?
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Si ustedes fueran Clementina ¿Qué habrían hecho en su lugar?
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¿Qué les parece el final del cuento? ¿Esperaban que terminara así?
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¿Qué es lo que más les ha gustado de la historia?
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¿Qué creen que hemos aprendido con esta historia?
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Actividades tras la lectura: Les proponemos a continuación diversas actividades para que seleccionen las que más se adapten a su alumnado.
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Creación de los personajes para representar el cuento y empatizar con los sentimientos de los mismos. En cada enlace se explica el paso a paso para realizar esta manualidad.
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Realizar un dibujo que represente lo más significativo de la historia para nuestro alumnado.
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Versión alternativa: Por grupos o bien de forma individual le pediremos al alumnado que reescriban la historia y el comportamiento de los personajes para favorecer la igualdad entre géneros y el buen trato.
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Continúa la historia: Por grupos o bien de forma individual le pediremos al alumnado que continúe la historia, ¿Qué habrá pasado con Clementina? ¿Qué estará haciendo? ¿Cómo se sentirá? ¿Qué pasó con Arturo? … Pueden ilustrarnos su historia, relatarla como un nuevo cuento, un cómic, etc.
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Analizamos los sentimientos y comportamientos de los personajes: Dividimos al alumnado en pequeños grupos y a cada uno de ellos le entregamos una ficha con una de las frases del cuento para que debatan sobre ella y escriban su opinión de forma justificada.
Cuento Rosa Caramelo
Podremos trabajar el sexismo de manos del cuento Rosa Caramelo de Adela Turín, Investigadora italiana afincada en Francia, cofundadora de la asociación no gubernamental Du Coté des Filles.
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El libro narra la historia de una manada de elefantes y elefantas en la que unas y otros viven de manera separada y tienen actividades diferentes, incluso el color de ellas y ellos es distinto. Los elefantes son grises, comen hierbas verdes, se duchan en el río, se revuelcan en el lodo y hacen la siesta debajo de los árboles. Las elefantas son rosas, no comen hierbas verdes, no se duchan en el río, no se revuelcan en el lodo y no hacen la siesta debajo de los árboles. Las elefantas están encerradas en un jardín vallado, comiendo unas flores que no les gustan porque saben mal y llevan zapatitos, baberos, cuellos y lazos también de color rosa para volverse más rosas. Los elefantes no llevan nada para hacerse más grises, ni comen flores que saben mal. De entre todas las elefantas destaca una, Margarita, que es de color gris y por más que intenta comer las mismas flores que sus compañeras para volverse rosa, no lo consigue. Cuando ya se pierde la esperanza de que Margarita se vuelva rosa para que un elefante se quiera casar con ella, toma la decisión de salir del vallado, quitarse sus adornos rosa, y jugar a ser una elefanta libre igual que los elefantes que nunca han estado encerrados en el vallado. Su iniciativa sirve de modelo para que las otras elefantas hagan lo mismo.
Pueden disfrutar de esta historia a través de la versión flash del cuento pinchando en la imagen.
Una vez presentado al alumnado, les proponemos diferentes actividades:
– Webquest elaborada por M. Rocío Cabanillas Magro, maestra del CEIP “Alcalde J.J.Rebollo”, para realizar actividades a lo largo de cinco o seis sesiones.
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Hablar sobre el miedo
Colocados en círculo y sentados en el suelo, pide a tus alumnos que piensen algo que les produzca miedo y que tengan que afrontar con frecuencia. Si los ves muy perdidos, puedes recordarles algunos ejemplos como estos: el perro de la abuela, que es muy grande y ladra fuerte; quedarse solo en la bañera sin papá o mamá; entrar en el trastero a oscuras, levantarse al baño por la noche; etcétera.
Entonces, demándales que escojan una pieza de un color que represente esa emoción desagradable, el miedo que sienten cuando han de enfrentar a situaciones como estas, y uno a uno deja que coloquen las piezas formando una construcción muy alta en forma de torre.

A continuación, pídeles que griten fuerte su miedo y, entre todos, tiren abajo la torre. Con los más pequeños, podemos apoyarnos en su pensamiento todavía mágico para regalarles seguridad y comprensión, podemos decirles algo como esto: “Al gritar tan y tan fuerte habéis lanzado fuera de vuestro cuerpo ese miedo y, al destrozar la torre, lo habéis vencido, ¡como quién vence a un dragón! ¿Lo sentís? Ahora, ese hueco que ha dejado al salir, debéis llenarlo con amor. ¿Qué tal si hacemos un abrazo gigante?” Puedes proponerles que se abracen, que se den la mano o que busquen a un compañero para regalarle un beso.
Objetivo de la actividad: Entender que todos tenemos miedos y descubrir que podemos usar estrategias para expulsarlo fuera de nosotros para evitar que nos paralice.
Materiales necesarios: Piezas de construcción.
Mensaje de amor y confianza
Sentaremos a nuestros alumnos delante de un papel grande donde hacer un mural y lo dividiremos en dos partes. Para elaborar la primera, diles que piensen en algún momento que tuvieron miedo y lograron superarlo. ¡Qué bien se sintieron después consigo mismos!
Por ejemplo, puede tratarse de un día que visitaron un túnel del terror con sus papás, la última vez que estuvieron en las atracciones de la feria con sus primos o el primer día de escuela.
Diles que cierren los ojos y experimenten otra vez esa sensación tan bonita. Puedes preguntarle lo siguiente para animarlos: “¿Sentís como cosquillea vuestra piel y cómo brillan vuestros ojos?, ¿sentís cómo palpita fuerte el corazón?” Ofréceles que tomen un color de cera, ese que represente a la perfección su emoción, y déjales que dibujen o coloreen sobre el papel su satisfacción. De esta manera, tendremos un mural bien positivo que recuerde a tus alumnos que un día pudieron superar una situación de temor y sentirse genial.
Para crear la otra parte del mural, primero diles que hagan una lista de las cosas que les llenan de fuerza para sentirse seguros y poder enfrentarse a un momento de temor o pánico. Puedes promover la reflexión con preguntas como estas: ¿Hace mamá algo especial que te haga sentir bien al ir al pediatra, por ejemplo?, ¿a quién os gusta más tener cerca cuando tienes mucho miedo?, ¿qué te dice algo papá tienes que bañarte y te da miedo?, etc.
En el mural, recogeréis todas estas estrategias que los niños ya utilizan a modo de collage: fotografías de los familiares, mensajes positivos que les dicen los papás cuando sienten miedo, muñecos que les dan seguridad, etc. De esta manera, cada niño tratará de recordar una que le guste especialmente y que le resulte efectiva, así siempre que sienta miedo podrá acordarse de ella.
Objetivo de la actividad: Ser conscientes de que tenemos recursos propios para sentirnos mejor y afrontar nuestros miedos, y rememorar la sensación de satisfacción al superar esta emoción.
Materiales necesarios: Papel para crear un mural y ceras de colores.

